lunes, 13 de junio de 2011

Real Politik a la Hugo Chávez en América del Sur.

13 Junio 2011
AETC

La realidad sudamericana actual no se puede entender sin conocer a Brasil y Venezuela, especialmente al ex mandatario del primero, Lula da Silva, al igual que al carismático y estratega Presidente del país petrolero: Hugo Chávez. Indiscutiblemente estas dos naciones son líderes en el subcontinente porque lideran las políticas sociales, económicas y comerciales a seguir; además de conformar las alianzas estratégicas en la región.

Ambos países han estado conscientes de su relevancia en el sub continente, por lo que acordaron realizar, desde 2007, reuniones trimestrales para fortalecer las relaciones bilaterales. No obstante, a pesar de las excelentes relaciones con el predecesor de la actual Presidente de Brasil, Dilma Rousseff, y el mandatario venezolano; además del gran intercambio comercial bilateral donde la ventaja está para el gigante sudamericano con $4,600 mdd. No se había efectuado la visita trimestral, programada para abril de este año por falta de tiempo en agendas, llevándola a cabo hasta el 6 de junio de 2011, dando pie a rumores sobre distanciamiento entre ambos países.

Dilma Rousseff recibió a Hugo Chávez en Brasilia, donde firmaron 10 acuerdos bilaterales, al igual que diversos proyectos entre el sector privado brasileño y el gobierno venezolano en materia de Agricultura, Biotecnología, Ciencia, Comercio, Desarrollo Industrial, Energía, Financiero, Infraestructura, Medio Ambiente, Tecnología y Vivienda. Además, el mandatario venezolano llevaba en su agenda la presión indirecta para su entrada completa al Mercosur, actualmente bloqueada por el Congreso paraguayo.

Según Hugo Chávez, una nueva era comercial se abre entre los dos países con modelos de cooperación y complementariedad económica bilateral, muy distinta a la competencia neoliberal. Por medio de inversiones privadas y públicas para el desarrollo de los pueblos de ambas naciones. Sin embargo, a mi parecer, no existe ninguna diferencia en las visitas normales de países que el mandatario venezolano acusa de neoliberales, debido a que millones de dólares se encuentran en juego para inversiones que benefician a las empresas transnacionales brasileñas, instituciones crediticias y la estatal PDVSA.

1.       Construcción de una refinería por parte de Petrobras-PDVSA con una inversión de $8,000 mdd. Esta unidad pretende ser construida por ambas empresas, aunque la venezolana aun no ha invertido dinero en el desarrollo.
2.       Construcción de un astillero por PDVSA para los países del ALBA en el Estado venezolano de Sucre por $637mdd. Dicho financiamiento se dará por parte del brasileño Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) al igual que por empresas locales.
3.       Odebrecht invertirá 4,000 mdd para el programa Misión Vivienda en Venezuela. Además la construcción de infraestructura: Metro, puentes, hidroeléctrica Tocoma en Guayana, Agroproducción en Anzoátegui.
4.       Brasil invertirá en la consolidación de la banca popular venezolana y la construcción de viviendas, después de las lluvias que azotaron a ese país a principios de 2011.
5.       Compra de 30 aviones comerciales de Embraer por parte de Venezuela

Dilma Rousseff celebró las inversiones y los acuerdos que se están llevando a cabo entre ambos países, destacando que las empresas brasileñas tienen plena confianza en la política económica del Presidente Hugo Chávez, además aseguró que ellas seguirán colaborando con el desarrollo social de Venezuela mediante la construcción de plantas hidroeléctricas, carreteras, redes de metro, siderúrgicas, petroquímicas e infraestructura naval.

Hugo Chávez, por su parte, pidió a Brasil continuar con el liderazgo bilateral en satisfacer las necesidades básicas de ambos países; al igual le sugirió no dejar de lado su protagonismo para la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en la reunión que se llevará a cabo el 5 y 6 de julio de 2011 en Caracas; esto con el fin de ayudar a crear una zona de paz en América del Sur y seguir evitando la injerencia de Estados Unidos y Canadá en los asuntos latinoamericanos-caribeños.

Venezuela conoce como tratar a Brasil, basándose en la disparidad económica, política y social que existe entre ambos países. Hugo Chávez aquí no actuaría como el protagonista, ni iría a lanzar su discurso ofensivo hacia los que él considera “imperialistas”, debido a que Dilma Rousseff, seguramente, no se quedaría callada ante ataques hacia las potencias con quienes tiene excelentes relaciones: Estados Unidos y Europa. Además, Hugo Chávez iba solamente en búsqueda de inversiones brasileñas en Venezuela, viendo a este como su gran benefactor; al igual trataría de obtener ayuda financiera del gigante sudamericano a la economía venezolana.

Muy distinta sería la actitud y el trato que Hugo Chávez recibiría en su segunda parada en su gira sudamericana: Ecuador, uno de sus países aliados. Aquí el Presidente venezolano ocuparía el papel inverso que en Brasil, se comportaría como el benefactor de Ecuador, mediante la inversión de $50mdd, de $66mdd, para la creación de un fideicomiso mercantil, el cual tendrá por objetivo el establecimiento de las empresas “grannacionales”, en vez de transnacionales; las cuales serían un tipo de Joint Venture para satisfacer las necesidades de la población. Las primeras “grannacionales” se encargarían de la construcción de vivienda, material textil, plástico, flores, café y el comercio de plátanos.

A parte de la carta de las “grannacionales”, Hugo Chávez tendría una inversión aún más importante: la construcción de la petroquímica Refinería del Pacífico, con una inversión de $12mil mdd, con miras a inaugurarse en 2015. Al igual, se sumarían otros acuerdos de estrecha cooperación entre Petroecuador y PDVSA.

El gobierno venezolano y su política exterior petrolera, guiada por PDVSA, vuelven a mostrar que el socialismo de Hugo Chávez también tiene signos de dólares, al igual que las demás empresas transnacionales en el resto del mundo. Además, Venezuela sigue afianzando su influencia en la región mediante intereses económicos, comerciales y energéticos; porque bien sabe que los lazos más estrechos y la integración se basan en factores reales, no solamente en ideologías que corren el riesgo de cambiar de un gobierno a otro. Eso es la Real Politik, forma en la que Estados Unidos junto con las demás potencias llevan a cabo en su Política Exterior, de la que Hugo Chávez se ha mostrado es un gran seguidor y un excelente alumno.